Como la voz es no sólo el instrumento más directo de la expresión dramática sino el medio de comunicación ideológica más elemental, es claro que para el pueblo la copla ha de ser la expresión más elocuente de su sentimiento, más aun cuando aparece ayudada por la música en la forma cantada o de canción o canta como típicamente se le llama a la copla en Colombia.
Las coplas se caracterizan por usar un lenguaje sencillo y en ellas se pueden apreciar toda clase de sentimientos o temas; por ello existen coplas de amor, de humor, de tristeza, de religión, patriotas, de política, de animales, de oficios y hasta de la muerte.
Las coplas están compuestas por tres o cuatro versos de arte menor, generalmente octosílabos (es decir, de ocho sílabas),1dispuestos en forma de cuarteta de romance (8- 8a 8- 8a), de seguidilla (7- 5a 7- 5a) o de redondilla (8a 8b 8b 8a).
Por su fórmula métrica y su estructura característica, la copla está muy cerca del romance, y, de hecho, según Manuel Román es la legítima heredera de este. La copla tiene una relación directa con las canciones que el pueblo usaba para denunciar abusos, contar historias reales, describir costumbres y más que todo para hablar de amor, de celos y desengaños.2 Y aunque este estilo es propio de autores populares no ha sido despreciada por escritores cultos como el Marqués de Santillana, Rafael Alberti, Luis de Góngora,